Descripción
Las propiedades medicinales de los rábanos se deben, ante todo, a su virtud para cuidar del hígado y la vesícula. Todo ello se debe a sus componentes azufrados: los glucosinolatos. Eleva la producción de bilis por lo que es muy bueno para desintoxicar la vesícula. Al ser muy diuréticos evita así la formación de cálculos renales, la retención del líquidos y elimina toxinas del organismo. Una de las formas de tomar el rábano para problemas de orina o riñones es licuado dos veces al día. Favorece el tránsito intestinal, la hinchazón abdominal y el estreñimiento. El rábano tiene propiedades antisépticas que pueden tratar casos de bronquitis, sinusitis, asma o tos irritativa. Sus componentes azufrados (glucosinolatos,) ayudan a limpiar los intestinos y el colon, por ello es muy recomendable para prevenir distintos tipos de cánceres como el de colon, estómago, etc. Gracias a su aporte en fibra y escasas calorías es un aliado perfecto para combatir el sobrepeso en las dietas de adelgazamiento. Mantiene el buen aspecto de la piel y retrasa el envejecimiento gracias a la vitamina C. Mejora el sistema inmune. El jugo de rábano ayuda a curar las heridas y cicatrices. Se recomienda su consumo en personas que estén pasando por un tratamiento de quimioterapia. Su contenido en antioxidantes es clave para regenerar el organismo. Combate el dolor de garganta (cuando se comen crudos sobre todo).
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